Juan Ponce de León nació en Santervás de Campos en Valladolid en 1460 en el seno de una familia noble

. La figura de Ponce de León está estrechamente vinculada a Puerto Rico. Este español fue enviado en 1508 a la Isla de Borinquen (que da nombre al conocido gentilicio de los puertorriqueños: “boricua”), que los españoles bautizaron como San Juan, y que es hoy Puerto Rico. Allí fundó un primer asentamiento: Caparra. Gracias a su buena relación con el cacique nativo Agüeybana pudo tomar control rápidamente de toda la isla y un año después, fue nombrado Gobernador.

Tras tener disputas por el control de la isla con Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón, Ponce de León se lanzó en busca de nuevas tierras que le pudieran proporcionar nuevas riquezas y cargos. Había llegado a sus oídos la existencia de una misteriosa tierra llamada Bímini, situada al norte de Cuba, y consiguió convencer a Fernando II para que le permitiese lanzarse a explorarla. De esta forma, en marzo de 1513 partió de Puerto Rico al frente de dos carabelas y un bergantín con rumbo al noroeste. En busca de esa tierra legendaria (en la que decían que además se podía encontrar la fuente de la juventud) el vallisoletano terminó llegando a una nueva tierra, que llamó La Florida. Acababa de descubrir Norteamérica.

Su legado aún está muy presente tanto en Puerto Rico como en la Florida, pero hay una estatua de Ponce de León que cuenta con una historia especial. Todo se remonta al 16 de febrero de 1797, cuando llegó a la isla de Trinidad una escuadra británica de nueve navíos con cerca de 7.000 soldados, 35 cañones y 11 morteros al mando del teniente general Ralph Abercromby. España contaba con pocas defensas y entrego a los ingleses la isla, al ver su éxito, estos decidieron probar suerte con Puerto Rico y el 17 de abril estaban en San Juan de Puerto Rico con una flota mayor (se estima que 60 navíos y 600 cañones).

España preparó la defensa de la isla, para la que contó con unos 6.500 hombres, algo menos de 400 cañones y muchos menos navíos que los ingleses (en torno a 30). Los españoles fortificaron sus defensas y se prepararon para el combate, dotaron de armamento a los castillos y protegieron los puentes y puntos estratégicos. Los británicos desembarcaron en la playa de Cangrejos con 3.000 hombres forzando la rendición del pueblo y con 5.000 hombres se aproximaron a la ciudad. Allí los españoles, tras negarse a una rendición honrosa, atacaron a los navíos ingleses desde los castillos, que se vieron obligados a retirarse, y las tropas de tierra también fueron rechazadas. La escasez de tropas regulares impidió a los españoles el contraataque y la contienda se estancó durante 12 días.

El 29 de abril, se organizó el contraataque español que cogió desprovistos a los ingleses que se vieron obligados a retirarse. En su huida, dejaron mucho armamento y tropas en tierra, que fueron capturadas por los españoles. El 2 de mayo, los ingleses retiraron definitivamente su flota y abandonaron la idea de hacerse con San Juan.

Precisamente, de esos cañones se obtuvo el bronce para realizar una estatua de Ponce de Léon. Es la estatua del vallisoletano que se puede ver en la plaza de San José en San Juan y que fue realizada en 1882 en Nueva York usando el bronce obtenido de cañones ingleses capturados después del fallido ataque a la isla en 1797.