Héctor Sánchez Barba es, desde 2012, el Presidente de la Coalición Nacional de Liderazgo Hispano (NHLA), organización no partidista que trabaja para identificar y analizar aspectos públicos que afectan a la comunidad hispana. Unos minutos antes de impartir la conferencia Estados Unidos y la comunidad latina, nos atendió en las instalaciones de Casa América. De orígenes mexicanos, concretamente de Guanajuato, estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Texas-El Paso. Fue profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Ciudad de Juárez, México, especialista en las relaciones entre Estados Unidos y México. Tras una vasta experiencia en defensa de causas sociales, su faceta vocacional y laboral se han unido en la defensa de las causas hispanas y el empoderamiento de esta comunidad de EEUU. En el año 2012, el Director de la Oficina Federal para la Administración de Personas, John Berry, convirtió a Sánchez en Vicepresidente de la oficina, con el objetivo de mejorar las barreras laborales con las que se encuentran los hispanos. Ha asesorado en diversas comisiones relacionadas con la integración hispana en la sociedad estadounidense.

¿Qué actividad realiza la Coalición Nacional de Liderazgo Hispano?

Somos un conglomerado de las 45 principales asociaciones hispanas de Estados Unidos y es un espacio donde creamos la agenda de temas y asuntos que entregamos al Presidente y al Congreso. Conformamos los temas que afectan a los hispanos para hacer campaña por ellos. Abogamos gracias a las diferentes infraestructuras de cada organización para movilizarnos conjuntamente orientados a esos fines. Llevamos veinticinco años de defensa de la comunidad hispana.

¿Qué temas mueven a la comunidad hispana de EEUU?

Normalmente los mismos que al resto de estadounidenses. Las prioridades suelen ser temas nacionales, como la economía, la salud la vivienda… En l0s últimos años sí hemos visto el aumento de acciones a favor del medio ambiente y asuntos de género, tanto para la comunidad LGTBI como para las mujeres.

Hace un año fueron las elecciones que llevaron a Donald Trump a la Presidencia. ¿Cómo ha sido este año para los hispanos?

Si me permite un adjetivo: devastador. El señor Trump, desde su carrera por la nominación, se lanzó a atacar a mexicanos e inmigrantes, unas acusaciones que no cesaron en la campaña presidencial. Tras casi un año de mandato vemos que está cumpliendo todas esas proclamas que se encaminan a destruir muchos pilares de conquista de este país. Un ejemplo claro es DACA. Él es cierto que no está formado en política y nunca antes ha ocupado ningún cargo público, pero además se rodeado de un equipo de extremistas y el impacto social en EEUU de sus medidas está siendo, como he dicho, devastador.

Justo hace una semana conocíamos los resultados de elecciones en algunos estados como Virginia y Nueva Jersey y ciudades, algunas tan representativas como Nueva York. ¿Qué valoración hace?

La clara victoria demócrata en casi todos los duelos electorales del martes 7 es una clara respuesta a los ataques que durante este primer año no solo han recibido los hispanos sino también otras minorías. Trump ha atacado a afroamericanos, a homosexuales, a mujeres… La diversidad que compone EEUU ha reaccionado contra él, por ejemplo votando al primer candidato transgénero o sij. En resumen, lo que hemos visto ha sido un reflejo de lo que es la democracia del país frente a los extremismos de Trump. Es el primer paso que sirve como antesala de las elecciones de medio término de noviembre de 2018.

Usted proviene de Gunajuato, México, y llegó a EEUU hace veinticinco años. ¿Qué principales cambios ha experimentado?

Cuando llegué, los hispanos eran una comunidad más; hoy es la minoría central. Somos casi 60 millones, algo menos del 20% de la población del país, y en 2060 seremos el 30%. Todos los principales temas a futuro pasarán por nosotros. No obstante, sigue existiendo cierto recelo con respecto a nuestra comunidad. Aún hoy se identifica desde ciertos sectores a los hispanos con la inmigración ilegal, aunque sean hispanos de segunda o tercera generación. A algunos se les escapa que lo hispano, lo español, lleva en EEUU desde antes del nacimiento del país.

¿Hasta qué punto los hispanos, en su diversidad, son conscientes de la importancia que tienen en el futuro de EEUU?

La comunidad hispana tiene una media de edad de 27 años, por lo que a medida que pasen más años sus decisiones van a ser más trascendentales. Un punto importante reside en el idioma, la lengua común, el español.  Hay movimientos ultranacionalistas en EEUU que tiene la idea de english only, un pensamiento acultural. Va en contra de todo presente y futuro: es impensable que un ciudadano, de cualquier país, solo quiera hablar una sola lengua cuando tiene opción de aprender más y encima el segundo idioma del mundo.

¿Qué temperatura toma del español en EEUU?

Es el idioma más hablado y aprendido por las comunidades no hispanas del país. Es una lengua en nos vuelve mucho más competitivos laboralmente, porque nos adentra en un mercado global. Abre puertas culturales a nuevos mundos, contactos con otras sociedades; nos permite entender otras perspectivas y conocer la historia. En el mercado EEUU el ser bilingüe está muy reconocido y económicamente es positivo para el empleado. En el país se está viviendo, además, un hecho muy importante: muchos hispanos de edad adulta, de segunda generación a quienes sus padres les «prohibían» hablar en español, están retomando los estudios de esta lengua, como una especie de vuelta a las raíces de uno mismo.

En Washington hay un proyecto de creación de un Museo de la Herencia Hispana. ¿Por qué es tan importante tener ese espacio?

El Museo es uno de los grandes proyectos en los que toda la comunidad hispana está volcándose. Es cierto que se trata de un plan a medio-largo plazo, pero no se entiende que el segundo grupo más grande del país no tenga un museo. Además, la historia hispana en EEUU es muy rica y única, somos la comunidad que estaba en el territorio antes de la fundación del país. Todos los hispanos estamos comprometidos por algo lógico y bueno no ya para nosotros, sino para todo el país.