De nuevo asistimos con tristeza al derribo de la estatua de otra figura hispana de EEUU, en este caso la de Fray Junípero Serra. Este franciscano español, lejos de ser un “genocida” o un “racista”, representó a lo largo de su vida todo lo contrario. Por ello hemos querido recordar quién fue y qué hizo este mallorquín que se convirtió en el primer santo hispano de EEUU.

Junípero nació el 24 de noviembre de 1713 en Petra, Mallorca, en una familia de origen humilde que le bautizó como Miguel José. Tras sus primeros estudios decidió seguir la carrera eclesiástica y emitió sus votos religiosos el 15 de septiembre de 1731, pasándose a llamar Junípero.

A pesar de ser un distinguido catedrático decidió seguir su vocación misionera y en 1749 viajó hasta el Colegio de Misionaros de San Fernando en la capital de México, desde donde viajó a Sierra Gorda, tierras donde evangelizó a la población nativa durante más de 8 años.

En 1769, junto a Gaspar de Portolá, encabeza la Santa Expedición para el asentamiento de España en la Alta California. Allí, como veremos, desarrolló una labor de evangelización incesante, siempre al servicio de las poblaciones nativas.

Así, su labor como misionero le llevó a fundar 9 de las 21 misiones de España en California como la de San Diego de Alcalá, que da nombre a la ciudad actual. En ellas sirvió a la comunidad nativa, evangelizando a las poblaciones locales y proveyéndoles de oficios, educación y alimentos. Fallecería el 28 de agosto de 1784 en la misión de San Carlos Borromeo, cerca de Monterrey.

Tal y como recuerda Peter M. Escalante, actual párroco de la misión basílica de San Diego de Alcalá “El padre Serra trató a los nativos que venían a la misión como un padre a sus hijos.” Tal fue su entrega, que el papa Francisco le canonizó, convirtiéndose así en el primer santo hispano de Estados Unidos. El Papa afirmó que este franciscano español “buscó defender la dignidad de los indígenas que evangelizó.”

Este nuevo ataque a su figura carece de rigor histórico. Es también un ataque al legado hispano de EEUU y de California, que se debe cuidar y respetar, como el propio Junípero enseñó en su tiempo de dedicación y servicio a la población nativa.